Crossing Borders apareció en mi lista de organizaciones en las que me apetecía hacer el SVE practicamente de casualidad. Cuando había perdido la esperanza y las ganas de vivir esta experiencia debido a dos proyectos frustrados, decidi no dar la batalla por perdida. Una mañana de verano realice la que consideraba mi última búsqueda a conciencia de organizaciones.
Tras filtrar por países, temáticas y duración, tenía unas cuantas organizaciones a las que mandar mi CV y carta de motivación. Entre ellas estaba obviamente Crossing Borders, que fue quien finalmentee me eligió como candidata.
¿Por qué elegí esta organización en primer lugar? Para empezar porque refleja un poco el tipo de voluntariado que estaba buscando hacer en mi SVE; administración básica, creación y desarrollo de proyectos, trabajo en colegios y sobre todo, el departamento de comunicación. Otros aspectos secundarios de mi elección orbitarían en torno a mis ganas de hacer el servicio en un país del norte de Europa (y especialmente en una ciudad pequeña y tranquila) y la larga duración del proyecto.
¿A qué se dedica Crossing Borders?
Basicamente y a grandes rasgos, lo que busca CB es generar espacios de diálogo al tiempo que se proporciona a alumnos y educadores conocimientos sobre diversidad y globalización. Además, apuesta por la capacitación y empoderamiento de los jóvenes para que tomen de forma activa y efectiva en procesos positivos de desarrollo en la sociedad.
Para llevar a cabo esta filosofía se realizan muchas actividades, siempre desde el terreno de la educación no formal. En Dinamarca se imparten talleres en colegios, conferencias para profesores, cursos y eventos varios, etc. A nivel internacional se colabora en proyectos sobre sostenibilidad, democracia, inclusión, temas globales, etc.
Además, realizan una labor extensísima dentro del Krogerup Højskole, una especie de institución académica a la que van sobre todo estudiantes universitarios que deciden tomarse 6 meses de descanso para estudiar materias que no se imparten en la educación regular.
Además, realizan una labor extensísima dentro del Krogerup Højskole, una especie de institución académica a la que van sobre todo estudiantes universitarios que deciden tomarse 6 meses de descanso para estudiar materias que no se imparten en la educación regular.